La Comer es uno de los comercios minoristas más importantes en México. Fundada en 1962, pero con antecedentes desde 1932, cuenta con 59 tiendas minoristas (retail) de las marcas La Comer, City Market, Sumesa y Fresko y además compite en el terreno digital, con su sitio lacomer.com.mx, su app móvil y con su Monedero Naranja, el programa de lealtad con más tradición dentro del negocio, que usan más de 500,000 clientes.
El crecimiento de la unidad de negocio digital, que de acuerdo con Humberto Padilla, director de Tecnología de La Comer, “está explotando”, ha venido aparejado de un cambio de enfoque hacia su propia infraestructura, con lo que, en el 2019, la compañía decidió separarse de PayBack, en manos de quien había dejado la operación de sus monederos electrónicos, con el fin de que volviera a ser su unidad de tecnología la que operara su autorizador de tarjetas.
El Desafío.
La renovación del Monedero Naranja de La Comer suponía el cambio de más de 500,000 tarjetas en un lapso de un mes, es decir alrededor de 16,666 monederos al día o 698 cada hora. A este reto se sumaba el hecho de que el cambio de cada monedero no debía superar el minuto de duración para los clientes. Por esta razón, para Humberto Padilla, el desafío de la renovación de todos sus monederos recaía en garantizar el desempeño de sus sistemas ante el uso simultáneo por parte de sus usuarios.
La Comer necesitaba simular el proceso de cambio de los monederos de decenas, cientos y hasta miles de clientes de forma simultánea. Las pruebas de capacidad, que también es posible realizar en entornos internos y no sólo en sitios web, servirían para simular todas las condiciones de los cambios de tarjetas de forma simultánea, con el fin de detectar errores y cuellos de botella durante los procesos.
Los resultados.
En Norwu, La Comer encontró la contundencia y velocidad necesarias para garantizar que la infraestructura física y virtual para procesar el cambio de los monederos electrónicos de sus clientes sirviera en cada una de sus etapas. El retorno de la inversión (ROI) de la implementación de las pruebas de capacidad es el tiempo, ya que corregir los errores encontrados mediante las pruebas de capacidad tomó apenas dos días, mientras que si no se hubieran realizado, el proceso habría tardado hasta tres semanas, con un trauma importante para las tiendas y los clientes.
“Básicamente, pasamos de tiempos de procesamiento de minutos a segundos. Apenas unos días después de que arrancamos las pruebas de capacidad, teníamos arreglado el problema. Fue muy contundente, porque el efecto que tenía la simulación del proceso de traslado de los Monederos con las cargas de capacidad de Norwu era exactamente el que teníamos con nuestros clientes”, dijo Humberto Padilla.
En resumen, las pruebas de capacidad permitieron:
- Simular a cientos de usuarios que deseaban realizar el proceso de renovación o dada de alta de sus monederos electrónicos, y de esta manera identificar y solucionar problemas de forma anticipada
- Observar el efecto que tenía la carga de trabajo en el desempeño de los sistemas cuando 50, 100, 1,000 o 2,000 usuarios simultáneos buscarán dar de alta o renovar su monedero electrónico.
- Reducir el tiempo de procesamiento de cada autorización de minutos a segundos.
- Identificar cuellos de botella en aplicaciones, reduciendo la carga de procesadores de 100% a 3%.
- Efectuar las mediciones en una red privada sin necesidad de implementar hardware ni software.
- Simular anticipadamente el proceso de traslado de los monederos exactamente igual al que ocurrió con los clientes, posteriormente.
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